Qué es

La zona media de la cara, entre los ojos y la boca, pierde volumen con el paso del tiempo debido a la disminución y descenso de la grasa malar, así como por la reducción paulatina del grosor del hueso del pómulo. Esto genera aparición de surcos y otras alteraciones del contorno natural de la zona, que dan un aspecto envejecido al rostro en su conjunto.

Para mejorar estas alteraciones, en Beauty ONE Center utilizamos diversas técnicas de lifting y aumento de volumen del tercio medio facial. Las más utilizadas son el relleno con grasa o lipoescultura y los rellenos de ácido hialurónico o Radiesse, que son mínimamente invasivas y consiguen resultados muy naturales. No obstante, cuando la alteración es mayor y el pómulo está especialmente aplanado puede ser necesaria la colocación de un pequeño implante en la zona. De su consistencia, forma y tamaño dependerá el efecto conseguido, que puede ser sutil o muy llamativo.

Los implantes malares están especialmente indicados en pacientes jóvenes que desde el nacimiento presentan un hueso maxilar poco desarrollado, con apariencia aplanada de toda la cara.

Descripción del procedimiento

El implante malar es un procedimiento relativamente sencillo, que puede realizarse con sedación. No obstante, al realizarse como parte de una cirugía más amplia en la mayoría de casos la anestesia puede ser general.

El implante se coloca encima del hueso del pómulo, accediendo mediante una pequeña incisión por dentro del labio superior. Se crea un bolsillo del mismo tamaño del implante para evitar que se mueva después de colocarlo, y el implante se desliza en su posición ideal. Es habitual fijarlo con puntos o con un pequeño tornillo. Los puntos de la boca se caen solos pasadas unas semanas.

Cuidados postoperatorios

El implante malar es un procedimiento quirúrgico que se tolera bien. Si aparecen pequeñas molestias puedes tomar cualquier analgésico habitual. Tu cirujano te recetará un antibiótico durante la primera semana, para minimizar el riesgo de infección del implante. Es normal notar la cara hinchada las primeras dos semanas. Está inflamación bajará y los resultados reales serán visibles. Puedes hacer vida normal desde el principio, aunque conviene evitar esfuerzos físicos importantes durante dos semanas y no ingerir alimentos que haya que masticar durante mucho tiempo o sean muy duros.