Qué es
La lipoescultura, lipofilling o injerto de grasa purificada es un procedimiento mínimamente invasivo mediante el cual se rellenan con grasa aquellas zonas que precisan un aumento de volumen.
La grasa colocada permanecerá en su lugar para siempre, siendo una buena alternativa a los rellenos de ácido hialurónico que utilizamos en la consulta y que son temporales. Las modernas técnicas de obtención, procesado e infiltración de la grasa con microcánulas aseguran un óptimo resultado con poca reabsorción y mínimos riesgos.
Aunque puede realizarse como procedimiento único, lo más frecuente es que la lipoescultura se utilice como complemento a otras cirugías como el lifting o la blefaroplastia.
Las ventajas de la grasa como relleno son:
- La cantidad de material que podemos obtener por liposucción es enorme, en contra de la limitación que supone el alto coste de los geles de ácido hiaurónico.
- Es un relleno del propio paciente, por lo que no existe posibilidad de rechazo o alergia al mismo.
- Además de las células adiposas también se infiltran células madre que mejoran la calidad de la piel.
Los inconvenientes de la grasa como relleno son:
- En algunas zonas el resultado es poco predecible y la grasa tiende a reabsorberse más, como los labios, donde preferimos usar rellenos de ácido hialurónico.
- Precisa una pequeña intervención por lo que no se realiza en la consulta.
- Es necesario obtener la grasa del abdomen o los muslos. Aunque leves, pueden aparecer molestias asociadas con la liposucción.
La grasa facial
Los depósitos de grasa de la cara están organizados en compartimentos relativamente independientes, que van cambiando su contenido y disposición a lo largo del desarrollo.
La típica imagen rolliza de los bebés es debida al gran acumulo de grasa facial, que con el crecimiento va disminuyendo para mostrar los diferentes contornos del rostro y definir los rasgos del adulto. Alrededor de los 30 años se considera que la proporción de grasa en la cara es la ideal, con un balance adecuado entre volumen y contornos.
A medida que envejecemos la grasa va desapareciendo y descendiendo por efecto de la gravedad y por la pérdida de firmeza de los ligamentos que la mantienen en posición. Con el descenso de los tejidos y la pérdida de volumen van apareciendo irregularidades en el contorno facial, como los surcos nasogenianos, las bolsas bajos los ojos o las depresiones en la zona temporal.
Cuándo se realiza
Los candidatos para lipoescultura son idealmente personas que presentan irregularidades menores de los contornos faciales y que desean una mejoría con resultados naturales y duraderos. Es típicamente una cirugía para pacientes jóvenes que quieren mejorar pequeñas alteraciones estructurales de la cara sin someterse a procedimientos más invasivos como la cirugía ortognática.
Dónde colocamos la grasa
La grasa obtenida del abdomen o los muslos puede colocarse en cualquier zona del rostro con la finalidad de armonizar contornos y recuperar el volumen que falta. Los lugares donde más utilizamos esta técnica son:
- Párpado inferior: La grasa en esta zona es un relleno ideal. Colocada bajo las bolsas o en la depresión de la ojera consigue de manera eficaz una suave transición entre el párpado y la mejilla, con un resultado natural que enmarca la mirada y devuelve todo el protagonismo a los ojos. Mejora los dobles contornos que afean el perfil y aporta luminosisdad a la ojera para que desaparezca su color grisáceo.
- Párpado superior: Se utiliza en casos de cirugías previas muy agresivas con extirpación excesiva de grasa que deja el hueso a la vista y produce una imagen de ancianidad nada favorecedora. Cuando el párpado ha perdido volumen de forma natural también optamos por realizar pequeños rellenos con grasa, consiguiendo una mirada rejuvenecida y disminuyendo la cantidad del piel sobrante.
- Pómulos y mejilla: Muchos de nuestros pacientes se benefician de un aumento de volumen en esta zona. La lipoescultura ofrece resultados duraderos con menor coste que los rellenos temporales (ácido hilurónico o hidroxiapatita). La lipoescultura en esta zona ayuda a que la nariz parezca más pequeña, siendo dos procedimientos que combinan muy bien.
- Frente: El relleno de esta zona se realiza casi exclusivamente junto con la rinoplastia, ya que el objetivo es mejorar la transición entre la nariz y la frente en algunos pacientes que de otro modo tendrían un perfil griego (línea casi continua frente-nariz en el perfil) de difícil solución. La cantidad necesaria es pequeña.
- Mentón: La grasa en esta zona es una alternativa al implante de mentón o a la sección-avance del hueso. Se obtienen un aumento discreto pero perceptible sin los riesgos de cirugías más agresivas.
- Sien: El hundimiento por falta de volumen en la sien es un signo de ancianidad evidente, por lo que la gente joven que lo presenta mejora mucho su imagen con el relleno graso.
- Labios: La grasa en los labios tiende a reabsorberse en mayor proporción que en otras zonas, por lo que favorecemos los rellenos de ácido hialurónico en esta localización. No obstante, si estamos realizando la cirugía en otras regiones solemos tratar el labio ya que disponemos de grandes cantidades de material.
Descripción del procedimiento
La anestesia para el lipofilling puede ser local, sedación o general, dependiendo del paciente y el tipo de procedimiento. En cualquier caso la cirugía consta de tres partes:
- Liposucción: La grasa se obtiene del propio paciente por medio de liposucción. La zona donante más utilizada es el abdomen por su buena calidad y la facilidad en la obtención. Se realiza un pequeño acceso de 2mm en el ombligo por el que se introduce una pequeña cánula de liposucción, y así la grasa necesaria se va almacenando en jeringas.
- Purificación de la grasa: El material obtenido por liposucción contiene la preciada grasa, pero también restos de anestesia y pequeñas cantidades de sangre. Para aislar el tejido graso puro de las impurezas las jeringas pueden lavarse varias veces con suero o centrifugarse. Posteriormente la grasa purificada se coloca en pequeñas jeringas de 1ml y el injerto está así listo para colocarse donde se desee.
- Infiltración de la grasa: A las pequeñas jeringas de 1ml se acoplan microcánulas de alrededor de 1mm de grosor, con la cuales se infiltra la grasa en las zonas del rostro que el cirujano haya proyectado. Para introducir la cánula se hace un pequeño orificio en la piel con una aguja, por lo que no es necesario dar ningún punto para cerrarla. El resultado se ve de inmediato, pero es habitual sobrecorregir ligeramente ya que una cierta cantidad de grasa se reabsorbe durante los primeros meses.
Cuidados postoperatorios
La lipoescultura se tolera muy bien. Pueden aparecer zonas de equimosis (moretones) durante los primeros días, tanto en la zona donante como en la receptora, que puedes maquillar si fuese necesario. El rostro se nota inflamado y con sensación ligera de presión interna, que no llega a ser dolorosa. Esta sensación dura alrededor de 4-5 días. No se necesita ningún cuidado adicional. La zona se puede lavar con agua y jabón y exponer al sol, aunque en Beauty ONE Center siempre recomendamos una buena protección solar.
Procedimientos asociados
Aunque la lipoescultura puede realizarse en solitario, en Beauty ONE Center la solemos realizar como complemento a otros procedimientos, como:
Nanofat: Células madre al servicio de tu piel
Todos los cirujanos que realizan infiltraciones de grasa hemos observados como la textura de la piel de nuestros pacientes mejora notablemente. El mecanismo por el que esto se produce es desconocido, pero se piensa que las células madre presentes en la grasa son las responsables del efecto. Esto ha llevado al desarrollo de la denominada técnica Nanofat, que consiste en concentrar estas células madre e inyectarlas bajo la piel con la finalidad de mejorar su aspecto sin aumentar el volumen.
Este procedimiento es un tipo de medicina regenerativa similar a la infiltración de Plasma Rico en Factores de Crecimiento. Su seguridad y resultados están haciendo que cada vez sean más populares y demandados en nuestra Clínica.